Sabio es el hombre que limpia su corriente de vida por medio de la actividad purificadora del Fuego Sagrado, y a estas orillas cenagosas y obstrucciones, que mantienen el curso del río impedido de fluir hacia el cumplimiento de su Plan Divino. Sabio es el hombre que cuida el Curso Central de su río directamente hacia el cumplimiento de su Plan, hasta su fusión final con el Gran Océano de la Vida Eterna; y sabio es el hombre que conserva y construye el Poder de su corriente de vida a través del silencio, así como los ingenieros conservan el poder del río por medio del dique. Sabio es el hombre que navega sobre su propio curso conociendo la dirección de las corrientes, habitando en los vientos favorables del Espíritu Santo, y del ímpetu sumado de los ríos de Fuerza Cósmica de los Maestros Ascendidos, y al disfrutar del flujo de la Corriente de Vida está conscientemente alerta de que todo su gozo, todo su poder y toda su belleza escénica dependen de su Fuente. Muchos hombres navegan a lo largo de “su Río de Vida” desconocedores de la Fuente de sus bendiciones, pero el que está no sólo alerta, sino que es capaz de pararse en la Fuente de su río, sabe que mientras más despejada sea la corriente desde el Manantial, mayor será la gloria del río subsiguiente, que al mantener la corriente libre de desechos, de basura y de sedimento (energía imperfectamente calificada), él permitirá a la energía que fluye desde la Fuente de su Ser navegar su perfecta ruta. De esta forma la emanación desde su Presencia “YO SOY” siempre será una mayor bendición y una elevación para toda la humanidad.
Naveguen su río hasta su Origen. Encuentren la fuente de su verdadero ser. Ánclense en el corazón de la Vida Divina dentro de ustedes, y conocerán la libertad.
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