SABE QUE YO SOY

Por: Sebastián Wernicke

SABE QUE YO SOY


     Hay quienes creen que de nada sirve detener una tormenta mediante afirmaciones espirituales cuando la lluvia se precisa para purificar el ambiente. No fue lo que creyó Jesús cuando, caminando sobre las aguas, detuvo una tormenta para salvar las vidas de sus discípulos.
Aquiétate! Y sabe que Yo Soy!!!     Los elementales de la naturaleza que generan los llamados ‘desastres naturales‘ tienen un nivel de inteligencia semejante al de nuestro reino animal, según nos explica Charles Webster Leadbeater en su libro “Los Espíritus de la Naturaleza”, y en general no responden al comando de los seres humanos más de lo que respondería un perro furioso al comando de un intruso. Pero ellos sí reconocen a sus Amos, que son los Directores Elementales, tal como el perro reconoce a su amo y lo obedece. Por eso es que los seres humanos no debemos invocar ni ordenar a los elementales que nos obedezcan, pero sí podemos invocar a los Directores Elementales para que Ellos traigan orden instantáneamente en cualquier situación de desastre natural.
     Eso fue lo que sucedió cuando Jesús dijo: “Paz, aquiétate, y sabe que Yo Soy”. No es Jesús el hombre comandando a los elementales del agua, sino la voz del Padre, la Presencia Yo Soy, ordenando a través de los labios humanos de Jesús, a los Directores Elementales para que aquietaran las aguas. 
De igual manera, un estudiante de la Luz puede ordenar, invocando a los Dioses Helios y Vesta, a Pelleur y Virgo, Neptuno y Lunara y a Thor y Aries, que se detengan incendios, huracanes, tsunamis o terremotos. 
  Moises abre las aguas del Mar Rojo 
 También Moisés hizo uso del mismo Poder del Yo Soy para abrir las aguas del mar Rojo y salvar así al pueblo de Israel, liberándolos de la esclavitud.
¿Cómo podría alguien pensar que es inútil o contraproducente decretar hacia las Fuerzas de la Naturaleza para que se aquieten, en pro de la vida y el sostenimiento de esa vida en nuestra tierra?
 
La Madre María nos dice en su libro “Memorias de la Amada María”: Si hubiera unos pocos – tan solo unos cuantos– que puedan prescindir  de la personalidad y sostener la misma maestría que sostuvo Jesús, cuando se paró en ese bote en el Mar de Galilea y le ordenó que se aquietara –¡ENTONCES PODRÁN MANEJAR LAS ENERGÍAS DEL REINO DE LA NATURALEZA!  ¡El Reino de la Naturaleza siempre reconoce a Su maestro! No obstante, si no hay un Maestro en una cuidad, en una nación o en el planeta, los Elementales van a seguir los patrones de las masas, ya que reflejarán y reproducirán aquello que ven. ¡REFLEXIONEN EN ESTO! Reflexiónenlo, amados, y háganse amigos de las Fuerzas de los Elementales. Sean positivos en vuestro deseo de Maestría; ¡estén preparados para ser Maestros de vuestras propias energías y Maestros de todas las energías que contacten en el mundo que los rodea!  


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